Roberto Echeto
En un día que era chiquito
el gran Pinocho guindó
después de unos palitos
que bebió con un doctor.
Convertido en chupacabras,
el juez por el de palo volvió.
Mientras Petipuá babeaba,
Drácula flotando al cuarto entró.
El vampiro, rascado, quería sangre.
Por eso la boca abrió bandera.
Su víctima se veía sana y grande,
y no parecía que fuera de madera.
Al abogado los dientes le tronaron,
y Petipuá raudo se despertó
El silencio y la paz se acabaron
porque el doctor Nosferatu lloró.
El de palo dormido seguía.
Ni coquito sintió.
Duro y feo el perro gruñía
al que a su amo en la jeta se metió.
Petipuá le rompió los pantalones;
ladró y mordió lo más que pudo
Pero el juez, abogado y verdugo,
se redujo hasta que tuvo alerones.
4 comentarios:
Muy fino; a ver si lo linkeo por ahi.
Ze
leoncio martinez leo, vive en el cuerpo de echeto,
al lado de raimond chandler y los tres hermanos marx
muy buenas caricatura
mucho exito
muy buenas caricaturas
Qué fino el tributo a Leo :D
Publicar un comentario